Timo nigeriano en tiendas de segunda mano españolas

Hay una ley en física que afirma que “la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma”. Algo parecido deben pensar aquellos estafadores que llevan tiempo engañando a millones de usuarios con los conocidos como “timos nigerianos”, pues se adaptan a los nuevos tiempos y modifican sus engaños para atraer nuevas víctimas.

Los timos nigerianos llevan muchos años entre nosotros y casi todos los usuarios habrán recibido en algún momento un correo procedente de un supuesto príncipe u hombre de negocios africano pidiendo ayuda para sacar una importante cantidad de dinero de su país, ofreciéndonos una más que interesante cantidad de dinero a cambio únicamente de nuestra colaboración y el ingreso de una pequeña cantidad de dinero en una cuenta para cubrir “gastos de transferencia”.

Pero como en ese tipo de engaños ya cae poca gente, estos timadores han ido especializándose, y hoy en día podemos encontrarnos este tipo de estafas en muchos sitios. Precisamente durante el pasado fin de semana, mientras me encontraba disfrutando de una agradable velada con unos amigos, estos me comentaron que habían recibido varias ofertas para comprar artículos que habían puesto a la venta en webs de compra/venta de artículos de segunda mano. Todo empieza con un mensaje para preguntar por el estado del artículo en venta. Nada sospechoso a primera vista.

Una vez hemos contestado a las preguntas del posible comprador, este suele aceptar sin rechistar las condiciones de venta que estipulamos, e incluso más de una vez suelen ofrecer más dinero del que pedimos. Es entonces cuando recibimos un correo con los datos del destinatario del artículo y empezamos a ver cosas raras. En este caso en concreto, el posible comprador decía encontrarse en Reino Unido, pero quería que se le enviase el artículo a su hijo en Nigeria.

Igual es ser desconfiado, pero Nigeria e Internet son dos palabras que nunca se han llevado muy bien. Aquí es donde mis amigos empezaron a sospechar que podría estar cociéndose algo raro y vigilaron con lupa los siguientes movimientos. Para empezar, al poco tiempo de recibir el correo del posible comprador mostrando su interés, recibieron otro correo que parecía provenir de PayPal.

En este correo bastante bien diseñado, todo sea dicho, se comunicaba al vendedor que el posible comprador había realizado la transferencia, pero que esta estaba siendo retenida por PayPal y que, tan pronto como enviásemos el número de seguimiento del paquete, el dinero sería ingresado en nuestra cuenta. Todo aparentemente normal si no fuese por dos detalles, y es que PayPal no realiza estas retenciones, sino que transfiere directamente el dinero de una cuenta a otra sin requerir ningún número de seguimiento. Además, si nos fijamos en la cabecera del mensaje veremos cómo, a pesar de que aparentemente la dirección de correo pertenece a PayPal, la verdadera dirección de respuesta va asociada a un dominio que nada tiene que ver con esta empresa.

 Al poco de recibir el falso mensaje de PayPal, mis amigos empezaron a recibir mensajes del comprador donde este preguntaba por el envío del paquete, insistiendo cada vez más. Como parecía obvio que se trataba de un engaño, empezaron a darle largas y el tono de los mensajes se hizo cada vez más grosero, hasta que mis amigos decidieron interponer una denuncia de este usuario en el portal de compra/venta y en PayPal, y ya no se supo nada más del comprador fantasma.

En este caso la historia terminó bien y mis amigos no se vieron estafados, pero por desgracia este tipo de timos está muy presente desde hace tiempo en los principales portales de compra/venta españoles y hay usuarios menos precavidos que caen en estos engaños. Todos los casos suelen ser similares al que hemos narrado en este artículo y tienen en común que el comprador no regatea con el precio e incluso paga un importe mayor que el solicitado y el envío del artículo comprado debe hacerse a una dirección de Nigeria u otro país africano.

A la inversa también ocurre, es decir, usuarios que buscan una ganga en estas tiendas y se encuentran con artículos con un valor muy por debajo del real. En muchos casos la oferta parece tan buena que muchos no se lo piensan dos veces y pagan la cantidad solicitada solo para no recibir el artículo ni volver a ver su dinero. Además, como las cantidades suelen ser pequeñas, las fuerzas de seguridad no suelen investigar estos casos.

Tanto la posibilidad de encontrar gangas como la necesidad de vender artículos para conseguir dinero en metálico en estos tiempos de dificultades económicas hacen de este tipo de servicios de compra/venta el sitio ideal para que se produzcan estas estafas. Solo hay que buscar un poco para encontrar cientos de casos de usuarios engañados, por lo que, desde el laboratorio de ESET en Ontinet.com, recordamos que es importante asegurarnos bien antes de comprar o vender un artículo en Internet, comprobar la reputación del sitio web y del comprador/vendedor y recordar ese conocido dicho español que dice que “nadie da duros a cuatro pesetas”.

Josep Albors

@JosepAlbors

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