Facebook sigue fallando en la gestión de la privacidad

Facebook, la red social por excelencia, la que cuenta con más de 500 millones de usuarios e incluso con una película que narra sus inicios. Pero también motivo de polémicas relacionadas con la privacidad de los datos que sus usuarios suben a ella. Desde hace tiempo, sus responsables son conscientes de este fallo en el tratamiento de la privacidad pero no parece que hagan muchos esfuerzos por mejorar la situación.

Una de las novedades implantadas recientemente es aquella que permite establecer grupos para poder clasificar mejor nuestros contactos. A simple vista parece una opción muy útil para hacer un filtro de quien queremos que vean ciertas publicaciones y quién no. No obstante, también es posible que alguno de nuestros amigos nos inscriba en grupos, llamémosles polémicos, sin nuestra autorización. Esto puede afectar sobremanera a nuestra reputación puesto que, aunque quien lo realice lo haga con la finalidad de gastarnos una broma, quedará registrado en nuestro muro de publicaciones.

Otra nueva característica que también se ha incorporado y ya está causando revuelo, es la que impide eliminar el historial del chat incluido en Facebook. A nadie le gusta que se guarden conversaciones, digamos confidenciales, sobre todo si estas pueden ser leídas por otras personas. A pesar de las múltiples quejas de los usuarios no parece que se tenga la intención de volver a habilitar la opción de eliminar conversaciones antiguas.

Siguiendo con el tema de archivos que se almacenan e intentan perpetuarse en esta red social, las fotografías polémicas son otro de los grandes males que afectan a la privacidad de los usuarios. Facebook nos permite solicitar su eliminación y aparentemente la realiza. Y decimos aparentemente porque, si bien elimina cualquier acceso a la misma desde la propia página, si se conoce el enlace directo es posible acceder a ella aunque hayan pasado meses e incluso años. Malas noticias para quienes acostumbran a hacerse fotos “graciosas” y quieren mantener una reputación que solo muestre seriedad y buena presencia en su perfil.

Por último, un tema más serio como es la suplantación de la identidad, no parece que tenga perspectivas de solucionarse a corto plazo. Se ha demostrado en repetidas ocasiones lo fácil que resulta suplantar a algún personaje famoso en Facebook, llegando incluso a tener como amigos a personas influyentes. Uno de los casos más recientes es el de la suplantación del presidente de Google, Eric Schmidt, donde el suplantador consiguió engañar al fundador de Youtube y al responsable de relaciones públicas de Facebook para que lo admitieran como amigo. Un perfil suplantado, en malas manos, puede causar mucho daño a la reputación de un personaje célebre y Facebook tampoco realiza muchos esfuerzos en comprobar que la persona que crea ese perfil es realmente quien dice ser.

Desde el laboratorio de ESET en Ontinet.com creemos que la solución principal reside en no publicar comentarios ni subir fotografías que puedan dañar nuestra reputación.  Tampoco es aconsejable que instalemos aplicaciones de dudosa procedencia y con finalidades mas que cuestionables. Aun así, es posible que, aun no estando presente en una red social, alguien suplante nuestra personalidad. En esos casos, lo más recomendable es ponerse en contacto con los administradores de la misma denunciando esa violación de la privacidad para que tomen cartas en el asunto.

Josep Albors

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